La primera vez que decía Te quiero con sinceridad fue todo un momento de película, de esos que no crees que pasen en la realidad...pero en algo tienen que inspirarse los guionista a parte de en su imaginación.
Era de las pocas veces que no sacábamos el perro juntos, y aunque fuera un perro se podía decir que no estábamos solos. No se que época seria porque de repente empezó a llover a cántaros pero no hacia mucho frío la verdad. Era unos de esos días en que le miras y estas completamente enamorada aunque lleves con el toda la vida y la pasión se haya acabado, en mi no era algo habitual y después de la relación tan tortuosa que tuvimos era un momento para recordar.
Llevábamos la ropa de la estación correspondiente y se empezó a mojar y nos sentíamos el uno al otro mucho mas cerca, él estaba ardiendo y me encantaba compensaba el poco frio que la lluvia me creaba.
Y debió de decir que nunca le decía Te quiero porque empezó a pedírmelo y yo era reacia a ello.
Me besó y me besó para sacarme esas dos palabras y yo me negaba.
Lo recuerdo: ese pelo negro era aun mas negro mojado y ya me gustaba de por sí, en aquel momento era bello en toda su sencillez, con unos enormes ojos y múltiples gotas de agua que reflejaban la luz naranja de las farolas de Madrid.
Le mire y aun que sentía vergüenza por como sonaría se lo dije, sin mas. Te quiero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario