Que no os someta el dolor, que no gobierne el miedo, que no desaparezca el valor...
Ni heridas infectadas ni miembros mutilados han de dominar la prosecucción.
Esta en nuestras manos teñidas por el rojo enemigo, en nuestras mentes dominadas por los ideales que creímos correctos, esta también en nuestros labios deshidratados...
¿Quién? sino nosotros, ¿Qué? sino nuestras manos, nuestras mentes o nuestros labios iban a lograr con lo que tanto reparo soñamos.
Nuestras capacidades limitadas por el Gran titiritero han de ser liberadas de la jaula cálcica que las retiene, hemos de mostrar fe en nosotros y en nuestros hermanos.
Fe en el ser humano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario